Hoy hablaremos acerca de la importancia de la veracidad, se tiene que entender que cualquiera que desee avanzar en la vida espiritual y perfeccionar su meditación, debe ser honesto en todo tiempo y bajo toda circunstancia: "El mal es mal, y el sabio nunca como bien lo tratará, aunque sediento se encuentre, agua de la calle no beberá.
Esto significa que uno debe ser honesto consigo mismo y con los demás. El estudiante que no ha preparado su examen puede copiarlo de alguien más y por lo tanto obtener buenos resultados, pero por supuesto está engañándose a sí mismo.
De la misma manera, no hay atajo para aquel que verdaderamente desea la autorrealización. Él debe practicar cumplidamente su meditación y entender con sinceridad cuál es la meta última de la vida. Es fácil cultivar la apariencia exterior de éxito en la vida espiritual, pero las apariencias no significan resultados reales.
En la actualidad, el más grande engaño es el que "somos estos cuerpos". En efecto este cuerpo está hecho de elementos materiales, los cuales son temporales e insatisfactorios para el alma eterna que constituye nuestra identidad real. Seguramente estamos en capacidad de disfrutar esos cuerpos temporales, pero ¿por cuánto tiempo? Poseer un cuerpo material e identificarse falsamente con él significa en últimas aceptar el peso de la enfermedad y la vejez, de las cuales nadie en el concepto temporal puede escaparse, y las cuales pueden eventualmente destruir los planes de disfrute material.
Por lo tanto, la persona inteligente supera los lazos del cuerpo y los sentidos y guía su vida con toda determinación hacia la realización espiritual y la felicidad, que son eternas y bienaventuradas.
La energía ilusoria o Maya es tan fuerte que algunas veces la mente puede sugestionar o aún forzar a hacer cosas que al final acaban siendo muy desfavorables, física, mental o espiritualmente. Aún después de saber lo que está pasando, la mente continúa imponiéndo sus caprichos: haz esto, haz lo otro, mira acá.
Por consiguiente, alguien que es honesto tratará siempre de controlar su mente usando su inteligencia, porque la inteligencia, que es diferente a la mente, pertenece en realidad a la energía superior. Tiene la capacidad y el poder para controlar la mente si es entrenada de forma apropiada.
Podemos observar esta energía ilusoria en la práctica. Cuando a una persona enferma su médico le aconseja abstenerse de fumar y beber, es porque el doctor sabe que si el enfermo continúa haciéndolo, morirá. Pero aunque la persona enferma ha escuchado el consejo de una autoridad cualificada, es probable que no sea capaz de controlar sus sentidos y su mente, y por lo tanto seguirá tratando de disfrutar de las actividades destructivas prohibidas, a pesar del hecho de que su final será ciertamente doloroso y fatal. En consecuencia, es él y solamente él quien se está causando tantos problemas. Esto es lo que significa engañarse a sí mismo.
Tenga esto presente: solamente se puede derivar frustración de la búsqueda de placer como una finalidad, o de perseguir cosas que son inútiles, innecesarias o antinaturales a nuestra esencia, el yo real o alma. Sin embargo, si solamente se busca lo que es necesario, útil y natural para el alma, nunca será engañado.
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